Las influencias de las obras de Quevedo
Quevedo pertenece a ese grupo de escritores cuya imagen reconoce todo el mundo, por lo que se convierte en un icono con profundas raíces en la literatura española desde el Siglo de Oro.
La huella del ingenio verbal de Quevedo en la literatura del siglo XVII fue honda. Él mismo se encargó de difundir y promocionar sus obras festivas a través de manuscritos y publicaciones. Sus poemas burlescos fueron leídos con detenimiento por un público ávido de agudezas que supo admirar la intensidad y la inteligencia de esos versos. Con posterioridad a su época muchos otros autores han leído sus obras y en ellos puede apreciarse también la influencia de Quevedo.
La influencia de Quevedo es visible también en los autores de la Generación del 27, de hecho ya su nombre viene dado por haberse reunido para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, el gran enemigo de Quevedo.
La Generación del 27 (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Alexandre, Rafael Alberti, Damaso Alonso, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre,...) fue un grupo de escritores nacidos alrededor del año 1927 que sintieron la necesidad de encontrar un lenguaje poético que expresase mejor su sentir, en los integrantes de esta generación se mezcla lo popular con lo culto, todo bajo la idea de tradición y renovación en el marco de la Guerra Civil Española. Entre los recursos estilísticos que utilizan tienen un uso brillante de la metáfora y en su temática resalta el interés por los asuntos del hombre: amor, destino, muerte. La poesía española de la posguerra lleva el sello del barroco, un acercamiento al pensamiento de Quevedo en cuyo centro está el hombre vencido.
La huella de Quevedo afecta también a la prosa y al verso hispano-americanos como la poeta mexicana Guadalupe Amor (1918-2000), también llamada "Pita Amor", su obra se caracteriza por sus cuidados textos influenciados sin duda por Quevedo. Forjó en sus poesías los temas metafísicos, Pita le cantó a Dios, la muerte, la soledad, la angustia, la nada...
El esperpento
Ramón María del Valle-Inclán, perteneció a la Generación del 98 (escritores nacidos entre 1864 y 1875 cuyos principales componentes fueron Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Valle-Inclán, Azorín y Antonio Machado), todos los autores de esta generación eran admiradores de Cervantes y de Quevedo, y, el acontecimiento histórico que les mueve, es la decadencia española y el desastre de 1898, el final del imperio colonial español y una España que ha caído en la apatía y el desinterés. Aunque pertenece a esta generación Valle-Inclán no mostró ningún interés por los problemas ideológicos que preocuparon a los hombres de su generación, sus preocupaciones son fundamentalmente estéticas.
Fue conocido tanto por el valor de su obra literaria como por su extraña figura: largas melenas y barbas, vestidos estrafalarios y gestos desmesurados de gran señor.

Fue conocido tanto por el valor de su obra literaria como por su extraña figura: largas melenas y barbas, vestidos estrafalarios y gestos desmesurados de gran señor.
Valle-Inclán cultivó todos los géneros literarios, pero destacó en la novela y en el teatro; demostró un magnífico dominio de los recursos expresivos del idioma, en su obra destacan dos etapas, la primera está llena de una prosa refinada y llena de musicalidad, la segunda se caracteriza por una visión pesimista de la realidad que se expresa a través de un lenguaje desgarrado y de un humor deformante. Crea la figura del esperpento. El esperpento viene de una tradición española de lo grotesco, influencia de Quevedo, donde se sustituye el plano real por la caracterización y la deformidad. Quevedo en el Buscón sustituye el plano de la realidad por otro deformado y a finales finales del siglo XIX y principios del XX se extiende por toda Europa una corriente de esperpentismo, factor esencial del arte expresionista.
El esperpento es una deformación grotesca de la realidad con fines expresivos ("lo ha inventado Goya"), héroes nacionales contemplados en espejos cóncavos, distorsionados sistemáticamente; el autor ante un mundo monstruoso y absurdo opera de forma selectiva, desintegra los hechos y ofrece al público lo que más le escandaliza y sobrecoge hace una crítica demoledora del orden establecido y el esperpento es a la vez tragedia y farsa.
Deben destacarse entre sus obras, en novela" Tirano Banderas" y en teatro "Luces de Bohemia".
Deben destacarse entre sus obras, en novela" Tirano Banderas" y en teatro "Luces de Bohemia".
La influencia de Quevedo es visible también en los autores de la Generación del 27, de hecho ya su nombre viene dado por haberse reunido para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, el gran enemigo de Quevedo.
La Generación del 27 (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Alexandre, Rafael Alberti, Damaso Alonso, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre,...) fue un grupo de escritores nacidos alrededor del año 1927 que sintieron la necesidad de encontrar un lenguaje poético que expresase mejor su sentir, en los integrantes de esta generación se mezcla lo popular con lo culto, todo bajo la idea de tradición y renovación en el marco de la Guerra Civil Española. Entre los recursos estilísticos que utilizan tienen un uso brillante de la metáfora y en su temática resalta el interés por los asuntos del hombre: amor, destino, muerte. La poesía española de la posguerra lleva el sello del barroco, un acercamiento al pensamiento de Quevedo en cuyo centro está el hombre vencido.
Alejandro Casona
Dramaturgo, poeta y escritor, integrante de la llamada Generación del 27; escribió un drama histórico: "El Caballero de las espuelas de oro" (1964) sobre Francisco de Quevedo. El movimiento artístico llamado simbolismo al que pertenecía fue uno de los más importantes de finales del siglo XIX y en él los escritores intentan expresar ideas, sentimientos y valores mediante símbolos o de manera implícita más que a través de afirmaciones directas.
La huella de Quevedo afecta también a la prosa y al verso hispano-americanos como la poeta mexicana Guadalupe Amor (1918-2000), también llamada "Pita Amor", su obra se caracteriza por sus cuidados textos influenciados sin duda por Quevedo. Forjó en sus poesías los temas metafísicos, Pita le cantó a Dios, la muerte, la soledad, la angustia, la nada...
Borges
Jorge Luis Borges, argentino, nacido en Buenos Aires (1899-1986). Es el escritor argentino con mayor proyección universal, sus narraciones y ensayos se nutren de complejas simbologías.
Borges es otro admirador de la metáfora de Quevedo, de sus creaciones retóricas y de la sabia manipulación del discurso figurado. Debido a su ceguera, en sus últimos años pasó a ganarse la vida como conferenciante. Él mismo dice de Quevedo que es el "literato de los literatos" y añade que la grandeza de Quevedo, además de las imágenes caricaturescas que nos brindó, se basa en su capacidad de manejar la lengua.
Joaquín Sabina
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Ejemplo de influencia clara de Quevedo en Sabina es el poema de Quevedo "Amor constante más allá de la muerte". Sabina canta: "Y morirme contigo si te matas" / "Y matarme contigo si te mueres" / "Porque el amor cuando muere no mata" / "Porque amores que matan nuca mueren". Podría considerarse una glosa de todo el poema de Quevedo.